El maestro Padilla: de París al mundo

CAP 2

Proseguimos con la segunda de las dos entradas que hemos dedicado al maestro José Padilla, al que dejamos en París. Allí, decíamos, estableció su residencia. París le había fascinado desde su primer viaje. Lo calificó más tarde de “maravilloso y único”. “París me ha dado todo cuanto soñaba”, declaró. Fue en la capital de Francia donde consolidó su proyección internacional iniciada en América. Sus obras fueron representadas en el Casino de Paris, el Folies Bergère, el Palace o el Moulin Rouge. Sus canciones las interpretaban, entre otros, estrellas de la talla de Joséphine Baker, Maurice Chevalier y Mistinguett.

Afiche publicitario de la versión en inglés de “Valencia” (National Library of Australia)
Afiche publicitario de la versión en inglés de “Valencia” (National Library of Australia)

La ciudad de Valencia (España) le debe más a Padilla en su proyección internacional que a los nefastos políticos que la han gobernado en las últimas décadas dilapidando el dinero de sus residentes con grandes eventos que se suponía que la situarían en el centro del mundo pero que, como se ha visto, solo han beneficiado a unos pocos y, al parecer, de manera no muy clara. En 1925 Mercedes Serós (1900-1970), famosa cupletista española nacida en Zaragoza e injustamente olvidada, rival por entonces de Raquel Meller, actuaba en París, en los teatros Le Perroquet y Olympia. Le pidió un pasodoble a Padilla y este adaptó la segunda parte del primer número musical de su zarzuela La bien amada (1924), el coro de hilanderas y pescadores “Te quiero porque tienes en los ojos la mirada traicionera”. Nacía así el pasodoble Valencia, que poco después grabaría, en francés, Mistinguett. De su disco se vendieron casi 500.000 copias en las primeras semanas de su comercialización. Padilla ganó 25 millones de francos franceses en un año con el tema. Prácticamente al mismo tiempo, Raquel Meller grabó la versión en español. Vamos con ambas, la de Mistinguett y la de Meller.

En París compuso también la comedia musical Chipée, que obtuvo un gran éxito y la revista Ça c’est Paris estrenada en 1926 por Mistinguet en el Moulin Rouge y con cuya canción homónima se reproduce el fenómeno de Valencia. A la entrada del número 10 de la calle Pergolèse de París figura una placa que recuerda que allí vivió Padilla y compuso “partituras universales”, entre ellas este Ça c’est Paris, considerado por muchos una especie de himno oficioso de los parisinos. Mistinguett fue la primera en interpretar la canción. Escuchémosla ─en un vídeo con imágenes suyas─ en una grabación de 1926.

Además de La bien amada (estrenada 15 de octubre de 1924 en el Teatro Tívoli de Barcelona), Padilla compuso otras muchas operetas y zarzuelas, entre las que destacan Sol de Sevilla (19 de abril de 1924, Teatro de la Zarzuela de Madrid), La bella burlada (11 de octubre de 1935, Teatro Calderón de Madrid) o La canción del desierto (11 de abril de 1936, Teatro Calderón de Madrid). La guerra civil española le sorprendió en Madrid. Finalizada esta, se trasladó a Barcelona, donde estrenó La Giralda, con texto de los hermanos Álvarez Quintero.

París y Madrid fueron las capitales donde Padilla vivió sus últimos éxitos. En la primera estrenó en 1949 la opereta Sinfonía portuguesa, su último gran éxito en la capital francesa. Se mantuvo más de tres años en cartel y reunía todos los ingredientes del gran espectáculo: setenta artistas, trescientos cincuenta trajes, quince decorados y, por supuesto, su música. Lamentamos no haber podido localizar vídeo alguno.

PADILLA SÁNCHEZ, José (3)En Madrid, uno de los mayores éxitos del teatro musical de la década de 1950 fue su revista-opereta La hechicera en palacio, estrenada por Celia Gámez en el Teatro Alcázar de Madrid el 23 de noviembre de 1950. Con libreto de Arturo Rigel y Francisco Ramos de Castro, se mantuvo en cartel hasta junio de 1952, tras 1.150 representaciones. A La hechicera en palacio pertenecen los dos números que incluimos a continuación: el fado-marchiña “Estudiantina portuguesa” –que vemos por Concha Velasco en la emisión que de la revista emitió TVE dentro de la serie dirigida por Fernando García de la Vega La comedia musical española en 1985– y uno de los pasodobles que mayor popularidad alcanzó en aquellos años, “La novia de España”, este interpretado por Paquita Rico en un programa de la televisión española que, suponemos, pertenece a finales de la década de 1960 o principios de la de 1970. “Estudiantina portuguesa” –la cantante portuguesa Lidia Ferreira fue su última mujer y su gran amor– fue una de las canciones que se cantaron durante la Revolución de los Claveles de Portugal (1974).

Padilla –a quien en 1951 le concedieron la Cruz de Isabel la Católica– murió en Madrid en 1960. Hasta entonces, siguió componiendo. Otro gran éxito suyo fue el “sainete musical” (libreto de José Muñoz Román) Ana María, estrenado a principios de 1954, revista que encumbró a una joven vedette que comenzaba a despuntar: Queta Claver. Ana María fue el acontecimiento teatral de la temporada. De la emisión por TVE de Ana María en el programa de La revista (1995-1996) vemos los números “Secretaria bonita”, con María José Nieto, y la conga “¡Ay, mi chico!”, con Marta Valverde.

Finalizamos esta aproximación a la obra del maestro Padilla con otro pasodoble: “Farolillo verbenero”, de la revista de 1956 La chacha, Rodríguez y su padre (libreto de José Muñoz Román), que estrenó Queta Claver. El número que vemos corresponde al espectáculo de Concha Velasco ¡Mamá, quiero ser artista!

Que pasen un buen día.


4 respuestas a “El maestro Padilla: de París al mundo

Deja un comentario