Charles Aznavour

Para Ana A.

Amneville Galaxie Charles AZNAVOUR

En los cabarets parisinos un nuevo nombre comenzó sonar a principios de la década de 1940: Charles Aznavour. Nacido en París el 22 de mayo de 1924, hasta entonces –y por muy pocas personas aparte de su familia y amigos– solo se le conocía por su verdadero nombre, Shahnourh Varinag Aznavourian, pues sus padres eran armenios. Su padre, un antiguo cocinero del zar Nicolás II, abrió un pequeño restaurante armenio en París. Era, además, un cantante aficionado y solía entretener con su voz a los clientes, la mayoría exiliados de Europa central y muchos de ellos artistas. Se crió, pues, como su hermana Aída, en un ambiente musical ligado al mundo del espectáculo.

Poco después, el restaurante se trasladó en la calle del Cardinal-Lemoine. Enfrente del mismo se ubicaba el Collège Rognoni, por entonces un establecimiento sin ánimo de lucro conocido también como “Colegio de los niños del espectáculo” por acoger en sus aulas a chicos de corta edad. Allí, el joven Aznavourian empezó a estudiar y en 1933, con once años, comenzó a interpretar pequeños papeles de teatro (infantiles) e incluso hizo alguna breve aparición en el cine.

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Aznavour en sus inicios

Al estallar la Segunda Guerra Mundial se vio obligado a dejar los estudios y el espectáculo para ponerse a trabajar. Su padre había ingresado el ejército y era necesario su concurso para el sostén de la economía familiar. En 1941 conoció al compositor Pierre Roche, que había dejado su ciudad natal (Beauvais) al ser destruida por los nazis y marchado a París para hacer lo que más le gustaba: tocar el piano (de oído) y componer canciones (más de 500 a lo largo de su vida). En su apartamento se reunían jóvenes artistas, entre ellos Shahnourh Varinag Aznavourian. Y fue entonces que tomó el nombre de Charles Aznavour, en 1942, cuando él y Pierre comenzaron a cantar a dúo.

En 1946 conoció a Édith Piaf y a su ídolo, Charles Trenet. Aznavour y Pierre fueron poco a poco labrándose un nombre y en 1948 Piaf invitó al dúo a actuar con ella en Nueva York. De allí, por cuestiones del idioma, pasaron a Montreal. La buena acogida que se les dispensó hizo que Pierre se quedara y en 1952 Aznavour regresó, sin su compañero, a París. Comenzó entonces a actuar en solitario, pero la acogida fue tibia. Sin embargo, adquirió cierta reputación como compositor para cantantes como Mistinguett, Patachou o Juliette Gréco.

Eddie Constanine, Édith Piaf y Charles Aznavour
Eddie Constanine, Édith Piaf y Charles Aznavour

No fue hasta 1954, tras realizar una gira por África septentrional, que se empezó a reconocer su faceta como cantante (como compositor ya había registrado una treintena de canciones).

Consiguió actuar en la conocida sala de espectáculos de París Alhambra y luego en el mítico teatro Olympia. Aunque las críticas no fueron muy buenas y el público no se mostró especialmente entusiasmado, poco  a poco fue abriéndose hueco con canciones como Sur ma vie –su primer gran éxito–, Parce que, Viens aux creux de mon épaule o Après l’amour –canción cuya difusión por la radio llegará a prohibirse–, hasta convertirse en un nombre indispensable de la chanson.

Aznavour en 1956
Aznavour en 1956

Vamos con algunos de estos primeros éxitos: Sur ma vie (1954) –en un momento de la intervención del cantante en un episodio de 1987 del programa de varietés de la televisión francesa Champs-Élysées–, Viens aux creux de mon épaule (1954) –con la cantante francesa Nâdiya, en Erevan, capital de Armenia, de donde era originaria su familia, en 2007– y Après l’amour (1956), en un concierto en un concierto en el Palacio de Congresos de París que dio el 2000.

En 1957 conoce finalmente el triunfo con una serie de conciertos de nuevo en el Alhambra y en el Olympia, donde pasa a formar parte de cabeza de cartel. Decide entonces emprender una gira en el extranjero. Por todas partes donde pasa, encuentra un enorme éxito. Su carrera cinematográfica empieza paralelamente. En 1958 interpreta un papel en Les dragueurs, de Jean-Pierre Mocky, y en 1960 en Tirad sobre el pianista, de François Truffaut.

A partir de aquí comienza una carrera imparable que le granjeará fama permanente e internacional. Las décadas de 1960 y 1970 son clave en su trayectoria. Los éxitos se suceden uno tras otro. El público le adora, las parejas de enamorados bailan sus canciones o se enamoran con ellas. Tres de las más conocidas de este fructífero período son las que insertamos acto seguido: Tu t’laisses aller (1960) –con Annie Cordy en el programa de televisión Top à Charles Aznavour, emitido el 6 de octubre de 1973–, Et pour tant (1963, Y por tanto) y La mamma (1963); las dos últimas en español.

Charles Aznavour nunca ocultó su amor por el jazz, como podemos apreciar en esta versión de For me… formidable (1963) en la que muestra ser un gran crooner. Corresponde este vídeo a un concierto en el Palais des Congrès de Paris 1987.

Sigamos con otros grandes éxitos de la que podríamos denominar su época dorada: Isabelle (1965, Isabel), en español, Venecia sin ti (1965) –desde el Carnegie Hall de New York (1995)– e Il faut savoir (1966).

“Charles Aznavour representa el drama y la ternura con un rigor sorprendente. Su verdadero éxito se debe a que canta más con su corazón que con su garganta”, dijo Jean Cocteau. Los dos temas de principios de la década de 1970 que incluimos a continuación son buen ejemplo de ello: Mourir d’aimer (1971, Morir de amor), en español, y La bohème (1973), con subtítulos en español; este último extraído del concierto que dio en 2004 en el Palais des Congrès de París.

A lo largo de su extensa carrera –siempre ha estado en activo–, Charles Aznavour ha grabado 50 álbumes y alrededor de 225 EP y sencillos, ha intervenido en más de sesenta películas y ofrecido infinidad de galas y conciertos. Además, ha escrito varios libros autobiográficos: el primero Aznavour par Aznavour (1970), el último D’une porte l’autre (2011).

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“Jamás hago balance alguno. Es algo que me produce horror. Hay cantantes, por el contrario, que no cesan de hacer balances, pues viven para ver si alguno de sus temas se sitúa o no como número uno de las listas de superventas. Yo no me he preocupado de esos sobresaltos cíclicos, sino de forjarme una carrera donde son tan aleccionadoras las cosas positivas como las negativas. A partir de ese instante, creo que le ofrezco al público aquello que solamente puede encontrar en mí”, declaró al periódico El País el 3 de mayo de 1981, añadiendo luego: “No quiero decir con esto que mis canciones sean mejores o peores que las de los demás, sino que, en cualquier caso, no son intercambiables, pues llevan muy visible mi propia huella. De ahí que nadie sea mi rival ni yo lo sea de nadie”. Y así es: guste más, guste menos, Charles Aznavour es inconfundible, único.

Vamos ahora con dos grandes y conocidas canciones más: Je bois (1987) y Toi et moi (1994). La primera, durante el concierto que dio en 2015 en el Palais des Congrès. La segunda, en otro de 2003.

Aznavour tiene su residencia en Ginebra (Suiza) desde hace casi cuarenta años –lo que le supuso en 1975 serios problemas fiscales con Francia que acabaron en una condena de un año de cárcel y una multa superior a los dos millones de dólares por evasión de capital, que más tarde fue revocada– y allí es, desde 2009, embajador de Armenia. A principios de 2011 se extendió por internet el bulo de que había fallecido. Con buen humor, Aznavour se encargó de desmentirlo y, con 87 años de edad ofreció, entre septiembre y octubre de 2011, una larga serie conciertos de despedida, en el teatro Olympia de París y en otras ciudades francesas. Y continuó cantando, en vivo. Continuó y continúa. Con una vitalidad impresionante. Una muestra es esta actuación en directo junto a Zaz en el Olympia de París de 2015.

Que pasen un muy buen fin de semana.


12 respuestas a “Charles Aznavour

  1. INOLVIDABLE CHARLES AZNAVOUR , TRES GENERACIONES DE MI FAMILIA HEMOS ADMIRADO Y AMADO TU VOZ, TU ESTILO, TU ELEGANCIA, TUS MAGNIFICAS CANCIONES EN FRANCÉS, INGLÉS Y ESPAÑOL.

  2. El pasado 26 de junio Charles Aznavour actuó en el Gran Teatro del Liceo a los 90 años y no tiene intención de retirarse. Según dijo en una entrevista «La jubilación es la antesala de la muerte».

  3. Que agradable documento con la biografia, historia, las canciones, y más con el cierre presentando al extraordinario
    Charles Aznavour y la simpatica y gran cantante Zaz.
    Muchas gracias.
    Gerardo Vega Angeles

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