Victor Victoria

Para Ana

VV 2

La primera versión de esta película se remonta a los inicios de la llegada al poder del nacionalsocialismo alemán. En 1917 se había creado en Berlín Universum Film AG (UFA), uno de los estudios cinematográficos de mayor importancia entre dicho año y 1945, del que salieron títulos como El gabinete del doctor Caligari (1919), Metrópolis (1927) o El ángel azul (1930). En 1933, ya con los nazis en el Gobierno, se creó el Departamento de Higiene Racial y comenzaron las purgas de realizadores, productores, guionistas y actores judíos. Muchos fueron los que se vieron obligados a exiliarse, entre ellos directores como Fritz Lang, Max Ophüls, Robert Siodmak o Billy Wilder. No solo peligraba su carrera, también –y sobre todo– su vida.

Afiche de “Viktor und Viktoria” (1933)
Afiche de “Viktor und Viktoria” (1933)

Aunque pueda parecer raro, Hitler –pintor fracasado– consideraba que no había que mezclar arte y política. Goebbels, por su parte, gran cinéfilo y responsable de la industria cinematográfica, tenía una opinión sobre el séptimo arte mucho más compleja y problemática, aunque no distaba mucho de la del Führer. Se ejerció un control muy estricto tanto sobre la producción alemana como sobre las películas importadas, pero la gran mayoría de obras que realizadas por aquel entonces fueron filmes de entretenimiento o epopeyas históricas que se siguen proyectando en la televisión alemana sin despertar el menor malestar. De hecho, de los más de 1.100 largometrajes de ficción producidos durante los once años de existencia del III Reich, el porcentaje de películas claramente políticas es mínimo.

Fotograma de “Viktor und Viktoria” (1933)
Fotograma de “Viktor und Viktoria” (1933)

Este amago de tolerancia se acompañó en los primeros tiempos con el ofrecimiento a algunos reconocidos actores y directores de hacer la vista gorda respecto a su ascendencia judía y ser nombrados “arios de honor”. La maniobra no tuvo mucho éxito, pero algunos picaron, entre ellos Reinhold Schünzel –aunque finalmente no tendría otro remedio que exiliarse también–, quien el mismo año que los nazis ganaron las elecciones, consiguieron la Cancillería del Reich y pusieron en marcha sus medidas de “higiene racial” rodó Viktor und Viktoria (1933). La historia de Suzane, cantante de cabaret que no logra que su carrera despegue hasta que se hace pasar por un hombre que se disfraza de mujer, fue un tremendo éxito. Así, solo un año después ya se rodó un remake en Francia con el título Georges et Georgette, dirigido por Roger Le Bon y Reinhold Schünzel.

James Gardner, Julie Andrews y Robert Preston durante el rodaje de “Victor Victoria” (1982)
James Gardner, Julie Andrews y Robert Preston durante el rodaje de “Victor Victoria” (1982)

Viktor und Viktoria se estrenó en Estados Unidos en 1934. También triunfó. Al año siguiente una nueva versión, esta vez británica y titulada First a Girl, llegaba a las carteleras anglosajonas. Tiempo después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, en 1957, se estrenó otro remake alemán con el mismo título de la versión original, Viktor und Viktoria, y en 1975 se presentaba en las pantallas argentinas Mi novia el…, título que la censura no permitió y los productores decidieron recortar (el original era “Mi novia el travesti”). Unos años después, en 1982, Blake Edwards –el último de los grandes directores de comedia (no solo) de Hollywood– rodaba y estrenaba Victor Victoria (¿Víctor o Victoria? en la versión española), con Julie Andrews, James Garner, Robert Preston y Alex Karras en los papeles principales. Eso de que «segundas partes nunca fueron buenas» no siempre es verdad. Al menos en este caso, en absoluto.

Pero antes de contemplar algunos de los mejores números musicales de la versión de Edwards –si es que se puede que decir así, pues todos son sobresalientes–, veamos un par de secuencias del film alemán de 1933.

Y ahora vamos ya con la película de Edwards, con algunas de las secuencias musicales que hemos encontrado en internet susceptibles de poder ser insertadas –no todas–, lo que hacemos en el orden en que estas se suceden en la película. La música es nada más y nada menos que uno de los mejores compositores –¿el mejor?– con que ha contado Hollywood: Henry Mancini, quien ganó el Oscar a la Mejor adaptación musical por esta película. Las letras fueron escritas por Leslie Bricusse.

Como decíamos, todos los números musicales son una verdadera maravilla. Pero no todos están. De lo que hay, pues, comenzamos con dos vídeos que incluyen “Le Jazz Hot” y «The Shady Dame From Seville».

Tras «The Shady Dame From Seville» figuran «Chicago, Illinois» y “You and Me”. Veámoslos.

El último número de Victor Victoria que incluimos es la desternillante versión que de «The Shady Dame From Seville» realiza al final de película un genial Robert Preston. Absolutamente magnífico.

Que disfruten de un buen fin de semana.

 


5 respuestas a “Victor Victoria

  1. Desconocía la primera versión. Fue la película que me hizo enamorarme de Julie Andrews, nunca soporté su mojigatería anterior. 🙂
    Un blog donde la excelencia, nunca es sorpresa, Manuel. Un privilegio leerte…

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