Uno de los mejores directores que ha dado el cine español, Carlos Saura, y uno de los más extraordinarios bailarines que ha dado la danza española, Antonio Gades, protagonizan nuestra entrada de hoy, que se ocupa de la colaboración que establecieron ambos en la trilogía cinematográfica que dirigió el primero y que conforman las películas Bodas de sangre (1981), Carmen (1983) y El amor brujo (1986).
Desde que en 1959 estrenara su primera película, la neorrealista Los golfos, premiada en el festival de Berlín, el cine de Carlos Saura (Huesca 1932) se caracterizó –prácticamente hasta la década de 1980– por su denuncia social, la crítica a la moral establecida, la religiosidad y las anquilosadas costumbres y tradiciones de la burguesía española. Películas como, además de la citada, La caza (1965), Peppermint frappé (1967), El jardín de las delicias (1970), La prima Angélica (1973, premio Especial del Jurado del Festival de Cannes 1974), Cría cuervos (1975, premio Especial del Jurado del Festival de Cannes 1976), Elisa, vida mía (1977), Los ojos vendados (1978), Mamá cumple cien años (1979, premio Especial del Jurado del Festival de San Sebastián) o Deprisa, deprisa (1980, premiada con el Oso de Oro en el festival de Berlín), dan buena fe de ello.
Posteriormente diversificó la temática de su cine, que incluye sobre todo recreaciones históricas, adaptaciones de óperas, musicales y motivos hispánicos: Bodas de sangre (1981), Carmen (1983, premio del Jurado de Cannes), El amor brujo (1986), El Dorado (1988), La noche oscura (1989), ¡Ay, Carmela! (1990, ganadora de trece premios Goya, entre ellos el de Mejor película y Mejor director), Sevillanas (1991), El sur (1991), Dispara (1993), Taxi (1996), Tango (1998), Goya en Burdeos (1999, premio Sant Jordi de cinematografía 2000), Buñuel y la mesa del rey Salomón (2001), Salomé (2002), El séptimo día (2004), Iberia (2005), Fados (2007), Io, Don Giovanni (2009) y Flamenco, Flamenco (2010).
Nacido en Elda (Alicante) en 1936, Antonio Gades –nombre artístico de Antonio Esteve Ródenas– firmó por primera vez un espectáculo en 1961, Ensueño, con gran éxito. En 1962 marchó a Roma, donde colaboró con destacados profesionales del mundo de la danza. De regreso a España hace, entre otras obras, La historia de los tarantos ―que había escrito para él Alfredo Mañas― y debuta en el cine con Los tarantos (1963), de Rovira Beleta, película que fue nominada al Oscar de Hollywood. En 1964 actúa en Nueva York y Londres y, al año siguiente, estrena en Madrid Don Juan, obra que revolucionará la estética del ballet español. En 1969 se presenta en París con su propia compañía y en 1970 lo hace en Madrid, acompañado de Cristina Hoyos.
En 1973 conoció a su compañera sentimental Pepa Flores (Marisol) ―con quien se casaría en 1982― y poco después trasladaría su residencia a Altea (Alicante). En 1975 disuelve su compañía y decide retirarse como protesta a la represión franquista. Muerto del dictador, acepta la dirección del recién constituido Ballet Nacional de España hasta que, en 1980, es destituido por el entonces ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva. Numerosos bailarines deciden marcharse con él y forman el Grupo Independiente de Artistas de la Danza (GIAD), a cuyo frente está Gades hasta septiembre de 1981.
En 1994 reorganizó su compañía, con la que representó espectáculos de gran belleza y sensibilidad, fruto de su madurez y compromiso, como Fuenteovejuna, en adaptación de Caballero Bonald. Tanto por su innegable talento como bailarín como por sus cualidades dramáticas fue solicitado por el cine para rodar películas, además de la ya citada, como En busca del amor (1964), de Jean Negulesco; Con el viento solano (1965) y Los días del pasado (1977), de Mario Camus; El amor brujo (1967), de Rovira Beleta; Último encuentro (1967), de Antxón Eceiza; Bodas de sangre (1981), de Carlos Saura ―con quien rodaría también Carmen (1983) y El amor brujo (1985)―, y Carmen (1984), de Francesco Rosi.
Persona de gran compromiso social, nunca renunció a sus ideales de justicia e igualdad. Militó un tiempo en el Partido Comunista de los Pueblos de España y fue un fervoroso defensor de la Revolución cubana. Un mes antes de su muerte viajó con su velero a La Habana, donde fue condecorado por Fidel Castro –con quien, además de compartir proyecto social, mantenía una buena amistad; él y Alicia Alonso fueron sus padrinos de boda en 1982– con la Orden José Martí, la más alta distinción que concede el Consejo de Estado de la República de Cuba. Falleció en Madrid el 20 de julio de 2004.
Tras esta breve reseña de la trayectoria de ambos, vamos con la selección que hemos preparado –condicionada como siempre a la disponibilidad de vídeos que pueden ser insertados– de esta más que interesante colaboración. Empezamos por la primera película en que Gades trabajó bajo la dirección de Saura: Bodas de sangre (1981), adaptación cinematográfica del ballet Crónica del suceso de bodas de sangre (1974) de Antonio Gades, a su vez basado en la tragedia homónima de Federico García Lorca. Protagonizada, además de Gades, por Cristina Hoyos, Marisol (Pepa Flores), Juan Antonio Jiménez, Pilar Cárdenas y Carmen Villena, se centra en el ensayo general de la compañía de baile de Antonio Gades de Crónica del suceso de bodas de sangre y la representación final. El argumento es bastante sencillo, pero contundente: una novia escapa con su amante en el día de su boda, el novio sigue a los dos amantes, tiene lugar una pelea en la que los rivales se apuñalan mutuamente y lo que debía ser una boda feliz acaba siendo una boda de sangre. La música original es de Emilio de Diego y la coreografía del propio Gades. Veámoslo como actor/coreógrafo en este breve fragmento de la secuencia que recoge el inicio de los ensayos con el zapateado y las palmas por toda música, que no es poco.
Emilio de Diego completó su espléndida banda sonora con canciones populares que enfatizan el ambiente que la película recrea. Muestra de ello es la secuencia que sigue, de más de nueve minutos, ya casi al final del filme, «La boda», en la que Pepe Blanco interpreta el pasodoble ¡Ay, mi sombrero! (1948), pasodoble de Perelló y Monreal que seguro que más de uno de los que lean estas líneas habrá bailado en alguna boda, y novios e invitados bailan esta rumba de Felipe Campuzano que había compuesto en 1974 con el título Te estoy amando locamente y que lanzó a la fama al dúo musical femenino Las Grecas; eso sí, solo utiliza la melodía, la letra es, lógicamente, de García Lorca. Llega el novio, navaja en mano, y se interrumpe la fiesta. En medio de inquietantes chasquidos aparece la madre.
Continuamos donde dejamos la secuencia anterior, hasta el final, casi nueve minutos más en los que se produce la pelea y la muerte de los dos rivales. “Despierte la novia, despierte…”.
Dos años después, en 1983, la colaboración entre Saura y Gades daba como resultado Carmen. “Narra la historia de Antonio, el director de una compañía de baile que está trabajando en el montaje de la Carmen de Bizet. Cuando encuentra a la protagonista ideal, que también se llama Carmen, inicia con ella una relación enfermiza que reproduce el libreto de la ópera. Carmen es una historia de amor y celos en donde el deseo aniquilador conduce a los personajes inexplorablemente a la destrucción. No vale la pena racionalizar los hechos que conforman la historia; la fuerza de los mismos es suficiente para ir creando esa espiral que se va cerrando hasta el drama final. La historia de Carmen es la historia de una obsesión devoradora. Historia de amor y desamor.” (Filmaffinity).
Carmen contó también con la colaboración de Paco de Lucía, quien además de componer una banda sonora que le valió una nominación a los premios Bafta, se estrenó como actor, con una breve aparición junto a Gades. Le vemos (y escuchamos) con Pepa Flores, Antonio Gades y Cristina Hoyos improvisando sobre el tema de Georges Bizet seguidilla y dúo “Près des rampants de Séville”, del primer acto de Carmen (la ópera). Previamente, Pepa Flores canta Deja de llorar, del guitarrista jerezano Paco Cepero.
Vamos ahora con dos de los números más celebrados: la famosa escena de la Tabacalera “Con la Carmen no te metas” (con Antonio Gades, Cristina Hoyos y Laura Del Sol) y la habanera (con Antonio Gades y Laura Del Sol).
Como en Bodas de sangre, también aquí la banda sonora incorpora temas de la música popular –el pasodoble “El gato montés”, de de la ópera homónima (1917) de Manuel Penella– y los chasquidos inquietantes, las palmas, la percusión, están presentes como música que son. Esta es la secuencia final.
La última película que conforma esta trilogía es El amor brujo (1986), basada en el ballet El amor brujo de Manuel de Falla, estrenado en 1925 al transformar su autor varias versiones anteriores de lo que era una composición orquestal en pantomima musical. Protagonizada por Antonio Gades, Cristina Hoyos, Laura del Sol, Juan Antonio Jiménez, Emma Penella, La Polaca, Gómez de Jerez, Enrique Ortega, Diego Pantoja, Giovana, Candy Román…, la coreografía corre cargo de Saura y Gades, siendo la música de Falla interpretada por la Orquesta Nacional de España, dirigida por Jesús López Cobos.
“Carmelo está enamorado de Candela, pero el padre de ella, siguiendo la tradición gitana, ha concertado su matrimonio con José, el cual, después de la boda, sigue viendo a su amante Lucía. Cuando José muere apuñalado, Carmelo es acusado de su muerte y pasa cuatro años en la cárcel. Al regresar al poblado, Carmelo contempla aterrado cómo Candela baila cada noche con el espíritu de José en el lugar en que fue asesinado. Una hechicera recomienda a Carmelo que baile con Candela la danza del fuego para que puedan liberarse del espectro que los separa.” (Filmaffinity).
Con tres secuencias de esta magnífica película cerramos la entrada: en la primera, Cristina Hoyos baila “Canción del amor dolido”, que –como todas las partes cantadas de la obra de Falla en la versión de Saura– canta Rocío Jurado; la segunda comprende las partes “Danza Ritual del Fuego” y “Canción del Fuego Fatuo” (por Rocío Jurado) y la protagonizan Antonio Gades, Cristina Hoyos y el ballet, y la tercera –con Antonio Gades, Cristina Hoyos, Laura del Sol y Juan Antonio Jiménez– las partes “Pantomima” y “Danza del juego del amor” (final).
Que el día les sea propicio.
MÚSICA DE COMEDIA Y CABARET 
Estupendo trabajo, admiración.me suscita!
Millones de gracias, Milena.
Fantástico, como siempre.
Gracias, Enrique.
Ah, hoy me quedo con … El Amor Brujo – Danza Ritual del Fuego & Canción del Fuego Fatuo
La secuencia de la Tabacalera de «Carmen» tampoco está nada mal.
Cierto, así es.
Gracias por este trabajo. Solo dejar constancia si se me permite de que Bodas de Sangre es una coreografía de Antonio Gades de 1974. Su primera colaboración con Saura consistió en grabar para el cine, siete años después este ballet, que ha quedado como un paso de gigante en el baile flamenco.
Gracias por el comentario y por la aclaración, Malula. Saludos y feliz día.