Pocas presentaciones necesita la protagonista de nuestra entrada de hoy. No son muchas las estrellas cinematográficas que llegan a acumular tantas resonancias míticas al tiempo que su imagen permanece intacta generación tras generación, hasta llegar incluso a aumentar su poder de sugerencia y su condición de icono sexual. Su prematura muerte, desde luego, tiene mucho que ver en su condición de leyenda.
La que continúa siendo, probablemente, la más célebre de todas las actrices nació –como Norma Jeane Mortenson, siendo bautizada Norma Jeane Baker– el 1 de junio de 1926, en el Hospital General de Los Ángeles. Comenzó a trabajar como modelo fotográfica a los 18 años, pero desde entonces hasta su conversión en mito, Marilyn ascendió peldaños en Hollywood con determinación. Sobre todo desde que Ben Lyon la contratara para la 20th Century Fox para trabajar como extra (Lyon sería quien la bautizase como Marilyn Monroe). Su primera participación en la gran pantalla llegó en 1947, en la película The Shocking miss Pilgrim, aunque únicamente se podía escuchar su voz, como telefonista, y su nombre no aparecía en los créditos. Hubo de esperar tres años para que sus breves trabajos en La jungla de asfalto, de John Huston, y en Eva al desnudo, de Mankiewicz, llamasen la atención de productores y críticos. Desde ese momento, la carrera de Marilyn solo podía crecer, y el punto de inflexión llegaría en 1953 con Los caballeros las prefieren rubias. Desde entonces, “la tentación rubia” ya estaría presente en la retina de todos los aficionados.
Marilyn, no obstante, tuvo que pelear constantemente para que se la considerase una buena actriz, y aún hoy hay quien cuestiona su talento pese a habernos regalado joyas de la interpretación cómica como La tentación vive arriba y Con faldas y a lo loco, y monumentos dramáticos como Bus stop o Vidas rebeldes. El cine de Hollywood de los años cincuenta del pasado siglo se entiende mejor con Marilyn. Su mera presencia incendiaba las pantallas, sus interpretaciones engrandecían las películas en las que participaba. De rubia tonta, nada de nada. Arthur Miller –con quien estuvo casada entre 1956 y 1962– sabía con quién contraía matrimonio.
“Vi que lo que parecía no era lo que realmente era, y lo que estaba pasando dentro de ella no era lo que estaba pasando fuera, y eso siempre significa que hay algo con qué trabajar. En el caso de Marilyn, las reacciones al método fueron colosales. Podía conseguir la emoción que necesitaba para cada escena. Su alcance era infinito”, dijo sobre ella Lee Strasberg, maestro y teórico fundador del Actors Studio.
Su muerte –acaecida el 5 de agosto de 1962– fue calificada como “probable suicidio” (por falta de pruebas) en el informe policial del deceso. No todo el mundo está de acuerdo con que se suicidó, ni mucho menos. “Marilyn era una persona sensible, incomprendida, mucho más perceptiva de lo que se supone en general. Teníamos una aventura amorosa y nos veíamos de forma intermitente hasta el día en que murió en 1962. No me pareció que estuviera deprimida (…). Estoy seguro de que no se suicidó. Siempre he creído que fue asesinada” (Marlon Brando).
Vamos ya con los números musicales –pues de eso va nuestro blog, de música–, que ordenamos según el año en que se estrenó la película a que cada uno pertenece. Por supuesto, como siempre, en función de los vídeos que hemos podido localizar, tarea que no ha sido tan fácil como creíamos.
Comenzamos, así, con Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen Prefer Blondes), filme que dirigió en 1953 Howard Hawks y en el que actuaba con Jane Russell. A esta estupenda película pertenece la secuencia que incluimos acto seguido con la famosa canción Diamonds are a girl’s best friend.
Continuamos con Diamonds are a girl’s best friend en un momento de un documental propagandístico de 1954 en el que vemos a Marilyn actuando para los soldados estadounidenses destinados en Corea poco antes del armisticio definitivo de la guerra que contra dicho país mantuvo Estados Unidos entre 1950 y 1953. La imagen no es de mucha calidad, pero como testimonio histórico tiene su interés.
A Río sin retorno (1954, River of no Return), que dirigieron Otto Preminger, Jean Negulesco –a Marilyn no la dirigía cualquiera– corresponde la siguiente secuencia, en la que canta One Silver Dollar.
El genial director Billy Wilder –que a pesar de la constante impuntualidad de la actriz dijo de ella que «era un absoluto genio como actriz cómica, con un sentido extraordinario para los diálogos cómicos. Tenía ese don. Nunca después he vuelto a encontrar una actriz así”– la dirigió en otra magnífica película: La tentación vive arriba (1955, The Seven Year Itch). No hay números musicales propiamente dichos en el filme, pero es una delicia la famosa secuencia en la que junto a Tom Ewell, ambos al piano, interpretan Chopsticks, conocido vals para piano escrito en 1877 por la compositora británica Euphemia Allen bajo el seudónimo de Arthur de Lulli.
Otro gran director, Joshua Logan, fue el encargado de dirigirla en Bus Stop (1956), una de las películas en que Marilyn pudo demostrar sus grandes dotes como actriz dramática y en la que interpretaba la canción That Old Black Magic, compuesta en 1942 por Harold Arlen (música) y Johnny Mercer (letra).
Laurence Olivier dirigió y protagonizó con Marilyn Monroe El príncipe y la corista (1957, The Prince and the Showgirl). Terminó harto de ella por su impuntualidad e indisciplina: “Mi odio hacia ella es una de las emociones más fuertes que he sentido”, llegó a decir. Pero, una vez visionada la película, entendió “lo maravillosa que era” y reconoció sin ambages que la actuación de la actriz eclipsaba la suya propia.
Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot) volvió a reunir a Billy Wilder y Marilyn Monroe. Con faldas y a lo loco –cuyo reparto encabezaban, junto a la actriz, nada menos que Jack Lemmon y Tony Curtis– se estrenó en 1959 y es una de las mejores películas de la filmografía de Wilder –que ya es decir– y una de las mejores comedias de todos los tiempos. De la misma incluimos dos excelentes números musicales: «I Wanna Be Loved By You» y “I’m Thru with Love”.
Finalizamos nuestra entrada de hoy con a maravilla: la versión que de My Heart Belongs to Daddy (Mi corazón pertenece a Papi), fantástica canción de Cole Porter que escribió para el musical de 1938 Leave It to Me! La secuencia que sigue corresponde la película que en q960 dirigió otro de los grandes, George Cukor, El multimillonario (Let’s Make Love), que protagonizó Marilyn con Yves Montand. La versión es distinta a la original, pues la introducción cambia por completo y ella se presenta como Lolita, a quien no se le permite “jugar con chicos”.
Que disfruten de un buen día.
Bellísimos los videos seleccionados de la por tantos querida. Fue un placer recorrer todas las escenas y como cantante, el saber que también cantaba, sabía… y habrá estudiado como hacia con todo. De rubia tonta nada.. y eso hace que muchos la sigamos. Gracias !
Gracias a ti. Efectivamente, de rubia tonta nada. Si no, alguien como Ernesto Cardenal no le hubiese dedicado este poema:
Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso…
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
¡Una entrada sensacional, como siempre!!!
Te dejo el corto que en su día le dedicó José Luis Garci, con voz de José Sacristan. Espero que te guste:
Muchas gracias, Paco. Siempre tan amable.
El vídeo… ¡Cuánto tiempo! Ni lo recordaba. Me ha alegrado volver a verlo.
Un abrazo.
Marilyn nuestra que estás entre las estrellas o eres, simplemente, la estrella.
Gracias por todo esto y por esa versión maravillosa de My heart belongs to daddy.